En 2026, los viajeros australianos serán fieles usuarios de Google, con el mayor uso del buscador a nivel mundial. Se obsesionarán con los detalles de la ubicación al hacer sus reservas y darán prioridad a los pequeños detalles que marcan la diferencia, siendo uno de los tres únicos países que eligen la almohada perfecta por encima de la paz y la tranquilidad. Si logras cuidar esos pequeños placeres en una ubicación premium, seguro que volverán.

En 2026, los viajeros canadienses serán los mejores haciendo contactos, siendo más propensos a comenzar la búsqueda de alojamiento preguntando y pidiendo consejos a amigos y familiares. Cuando reservan su estancia, suelen ser de los que prefieren llamar por teléfono y casi siempre insisten en pagar con tarjeta de crédito.

En 2026, los viajeros chinos encabezarán la lista de los que buscan el lujo, decantándose por hoteles boutique y rechazando las habitaciones estándar en favor de estancias superiores con vistas impresionantes. Serán trotamundos obsesionados con las experiencias que valoran los momentos memorables, adoptando el descubrimiento de propiedades a través de TikTok, la robótica de última generación y las carteras digitales sin fisuras.

En 2026, los viajeros franceses serán exigentes a la hora de buscar el valor añadido y exigirán, ante todo, la tranquilidad de la habitación. Huirán de alquileres vacacionales y campings más que cualquier otro huésped europeo y se dejarán seducir por propiedades que les transmitan una imagen irresistible a través de fotografías y vídeos.

En 2026, los viajeros alemanes serán los expertos en el valor tradicional, llamarán directamente para reservar habitaciones superiores y viajarán solos más que cualquier otra nacionalidad. Esperarán desayuno incluido, pero se resistirán a los extras, se ceñirán a los métodos de pago tradicionales y elegirán la interacción humana por encima de las tecnologías hoteleras emergentes.

En 2026, los viajeros de India serán amantes de la aventura que exigirán la excelencia en cada punto de contacto. Abandonarán las reservas si las webs funcionan despacio y revisarán cuidadosamente los protocolos de salud y seguridad. Aprovecharán al máximo sus estancias con horarios flexibles de entrada y salida, se pasarán a habitaciones de lujo y pagarán con gusto un suplemento si eso les garantiza una experiencia hotelera memorable.

En 2026, los viajeros de Indonesia reservarán a través de agencias de viajes online (OTA) más que cualquier otro mercado. Comienzan su búsqueda en redes sociales por encima de la media, aunque finalmente realizan la reserva mediante agencias de viajes online. Son buscadores de experiencias que eligen habitaciones superiores con vistas y se sumergen en las ofertas del establecimiento, como días de spa y música en directo.

En 2026, los viajeros italianos se sentirán atraídos por hoteles independientes únicos a través de vídeos e imágenes cautivadoras, buscando siempre las habitaciones más tranquilas posibles. Disfrutarán de los spas de los hoteles como su lujo preferido, valorarán la comunicación directa con sus anfitriones y serán los viajeros más propensos a aventurarse tanto a nivel internacional como nacional.

En 2026, los viajeros mexicanos se inclinarán por cadenas hoteleras conocidas y reservarán directamente para mayor tranquilidad, en lugar de hacerlo a través de sitios web de terceros. Analizarán minuciosamente cada paquete de oferta, dando prioridad a aquellas que incluyan desayuno y actividades de aventura, y valorarán un servicio de atención al cliente excepcional.

En 2026, los viajeros de Singapur serán los más internacionales, con un 64% viajando exclusivamente al extranjero. Reservarán a través de agencias de viajes online basándose en una prioridad clave: una ubicación privilegiada. Exigirán WiFi ultrarrápido y ropa de cama de primera calidad, se dejarán seducir por las mejoras gratuitas y estarán dispuestos a pagar un suplemento por horarios flexibles de entrada y salida.

En 2026, los viajeros españoles darán prioridad a la confianza: buscarán cada vez más recomendaciones de amigos y familiares, al tiempo que seguirán siendo fieles a las cadenas hoteleras que conocen y cuyo personal les trata con amabilidad. Serán selectivos a la hora de gastar, renunciando a mejoras de habitación para centrarse en comodidades concretas: el control de la temperatura, la presión óptima de la ducha, traslados fiables al aeropuerto y aparcamiento cercano.

En 2026, los viajeros de Tailandia serán investigadores expertos en tecnología digital que descubrirán su alojamiento ideal a través de las redes sociales y los blogs de viajes, con los bed and breakfast emergiendo como su opción favorita. Analizarán minuciosamente cada reseña y detalle de seguridad mientras buscan experiencias placenteras pero sostenibles. Se espera que elijan alojamientos ecológicos donde podrán darse un capricho con cenas orgánicas y catas de vino.

En 2026, los viajeros del Reino Unido serán muy meticulosos planificando e investigando a fondo en agencias de viaje online, reservando siempre donde la oferta les dé la máxima flexibilidad. Tendrán una fuerte obsesión por la ubicación, priorizando hoteles en zonas privilegiadas y valorando cada detalle. Buscan WiFi fiable, balcones privados y atención personalizada, evitando robots y pagos con criptomonedas, métodos que usarán muy poco, al igual que los franceses.

En 2026, los viajeros estadounidenses liderarán en reservas directas, accediendo directamente a los sitios web de los hoteles más que cualquier otro mercado. Serán los que más viajes nacionales realicen a nivel mundial, sobre todo en cadenas conocidas y exigiendo un valor claro. Una vez que lo encuentran, volverán fielmente, especialmente si hay obsequios de por medio.