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Después de un largo vuelo, el viajero agotado se baja del avión y el sistema Beacon de su smartphone lo detecta y le señala dónde está el Uber que ya lo espera para llevarlo a su hotel. Su Tripit ya tiene todos los detalles de su itinerario con todas las localizaciones ordenadas en su dispositivo.
Su Uber lo lleva rápidamente gracias a la ruta sin tráfico que la ha señalado Waze, y registra su llegada desde su smartphone. Se dirige al ascensor, abre la aplicación del hotel y pide una bebida y algo para picar.
Cuando llega a su habitación, abre la puerta con su teléfono, revisa sus correos electrónicos en la pantalla de la televisión, que ya tiene sus canales preferidos, y con su correo abierto y su estado de Facebook actualizado, se toma una selfie rápida.
Luego se da cuenta de que la camisa que necesita para la reunión de mañana se ha arrugado y llama a un robot mayordomo para que la planche, y luego se dirige al espacio de co-working en recepción para un último repaso de sus notas.
Esto no es una película de ciencia ficción. Estos son algunos de los servicios que se ofrecen en los hoteles más adelantados del mundo.
Así que con el ritmo cada vez más rápido de los avances tecnológicos, ¿cómo serán los hoteles del futuro?
¿Ha pasado a la historia el check-in tal como lo conocemos?
Empecemos por el principio.
Desde que los hoteles son hoteles, el registro de llegadas en recepción es el corazón y alma de cualquier establecimiento. La recepción en sí es la definición de hospitalidad. Es el primer punto de contacto para los huéspedes, y la fuente de todo conocimiento hotelero. Ni siquiera el aumento de las reservas en línea y la evolución de las tecnologías inteligentes han tenido un impacto significativo en el concepto de “la recepción” de un hotel.
Pero todo esto empieza a cambiar.
Uno de los primeros hoteles en implementar tecnología inteligente ha sido Jannah Hotels and Resorts en Dubai. La propiedad de 5 estrellas se ha propuesto eliminar el tiempo de espera en recepción permitiendo a sus huéspedes registrarse apretando un par de botones en una tablet y con un código QR, que enlaza con un video explicativo con todo lo que su cliente necesita saber.
Este servicio, al que han denominado Karim, también realiza otras funciones del check-in como llamadas despertador o ayuda para alquilar un coche. Aunque muchos siguen prefiriendo el toque humano, el éxito de estas “paradas auto-servicio” al estilo de un supermercado sugiere una victoria de la conveniencia y velocidad.
Otra ventaja es también obtener más espacio disponible para otras actividades y áreas para que los huéspedes puedan interactuar, trabajar o entretenerse.
Los hoteles son más que un sitio para dormir
Los hoteleros pueden tener una tendencia a ocupar el espacio liberado por una recepción más pequeña con un área de bar o un lounge… pero, ¿y si colocaran más escritorios?
Por contradictorio que pueda sonar, muchos hoteles empiezan a tener en cuenta el aumento de trabajadores autónomos y la evolución de los espacios de trabajo compartido. Cada vez son más las personas que trabajan fuera de la oficina (sean autónomos o no), y que buscan espacios de trabajo flexibles y alternativos. Además, la línea entre hospitalidad y espacio de trabajo ya no está tan clara, como la marea de ordenadores portátiles en muchos cafés demuestra.
La buena noticia es que los hoteles se encuentran en una inmejorable posición para capitalizar estos cambios. Ofreciendo conexiones WiFi, y servicio de bar y comida, muchas propiedades pueden alquilar un espacio de escritorio por horas, días o semanas.
Dependiendo del espacio, esto representa también una oportunidad para generar beneficios a partir de clientes que no son necesariamente huéspedes. Por ejemplo, un hotel podría atraer clientes de Airbnb para servicios de lavandería, gimnasio, restauración y espacios de reunión.
Reducir la brecha entre hoteles y hostales
No sólo se aprecian cambios en las formas de trabajo o de contratar trabajo. Los viajeros son cada vez más específicos en sus exigencias. Por ejemplo City Hub, una empresa hotelera fundada en Ámsterdam el año pasado, se enfoca en la brecha del mercado entre los hoteles y los hostales.
City Hub maximiza su espacio utilizando cubículos prefabricados que se pueden colocar en cualquier posición dentro de su edificio, utilizando baños comunes y ofreciendo habitaciones de tamaño único (para una o dos personas). Esto les permite una máxima adaptabilidad y permitir a sus huéspedes tener privacidad a un precio asequible, aprovechando la falta de ofertas en el mercado hotelero para aquellos huéspedes que no quieren dejarse una fortuna en sus viajes pero a los que no les gustan los servicios comunes de los hostales.
Habitaciones individuales para huéspedes individuales
Al planear nuestras vacaciones, compramos un billete de avión o tren con un asiento específico, o reservamos una mesa determinada en un restaurante. ¿Y por qué no se puede hacer lo mismo con hotel? Bueno, según el Hotel Schani de Austria, no hay nada que lo impida.
Cuando reservas una habitación en este hotel, puedes escoger en qué pisos quieres alojarte, el tamaño de tu habitación o qué visitas prefieres hacer, entre muchas otras variables. Después de la reserva, recibes el número de tu habitación para que puedas saltarte el check-in a tu llegada y uses directamente tu habitación gracias a la aplicación del hotel en tu móvil.
Es una iniciativa que acaba de comenzar, pero el hotel parece que ya nota los resultados con una experiencia más simple y sencilla de sus huéspedes, que permite a su personal personalizar su atención con ellos porque tienen menos tareas de conserje y más tiempo para individualizar su servicio. Esperan que esta experiencia personalizada aumente sus reservas y volumen de negocio.
¿Y si el huésped pudiese utilizar gafas de realidad virtual al escoger su habitaciones y mejorar sus expectativas? Así el cliente podría experimentar de primera mano las ventajas de una mejora de 50€ en su reserva.
¿Qué más nos depara la tecnología hotelera del futuro?
La tecnología aplicada a la industria hotelera se está desarrollando tan rápido que hacer predicciones puede resultar arriesgado. En hoteles de todo el mundo ya tenemos robots mayordomos, espejos inteligentes o pagos con dispositivos móviles.
El “Internet de las cosas” y el “Internet de Todo” aumentan la disponibilidad de información y datos para realizar decisiones y mejorar la experiencia del viajero que se conecta. Nuevas tecnologías como realidad virtual o impresión 3D tienen un gran potencial en los hoteles. Ofrecer más opciones para la entrega de comida, productos y servicios, o para ver y escoger habitaciones, son formas para que el huésped y el hotelera entiendan mejor entre ellos sus necesidades, y para satisfacerlas en esta nueva economía centrada en el usuario.
Quizás en un futuro cercano podremos hasta hacer puenting desde nuestra cama con unas gafas de realidad virtual, y mientras medimos cuántas calorías hemos quemado antes de imprimir unos zapatos nuevos para dar una paseo por la ciudad.
Pase lo que pase, será genial ser parte de ello.
Si quieres saber cómo SiteMinder está ayudando a incrementar las reservas de hoteles en todo el mundo, no te pierdas los video-testimonios de nuestros clientes.